La finalidad de este blog es sin duda mostrar a todos una recopilación de los artistas que en el siglo XIX no fueron elegidos para mostrar sus obras en exposiciones oficiales de Paris.
Históricamente en 1863 mas de 3000 obras fueron rechazadas por el jurado del Salón de París, los artistas protestaron porque el jurado del Salón había rechazado mucho más de lo normal.

El emperador Napoleón III decretó que los artistas rechazados podían exponer sus obras en un anexo al Salón oficial. Pero aun así los críticos y el publico ridiculizaron a los rechazados y no se apreciaron obras como el Desayuno sobre la hierba de Édouard Manet, obras que en la actualidad son muy famosas.

REMODELACIÓN DE PARÍS

Tras el golpe de Diciembre de 1852, en el cual se proclamó emperador Napoleón III, este llevó una política autoritaria y conservadora, llevando el control de la prensa, la legislatura, y la política. Pero en 1860 cambió radicalmente su actuación, haciendo acuerdos con Inglaterra y dando más libertades. 

Encargó al barón Jorge Eugenio Haussmann una remodelación completa de la ciudad de Paris, tanto en el centro como en los barrios periféricos: calles, bulevares, fachadas, mobiliario urbano, creación de alcantarillado y conservación de monumentos públicos. Sus opositores le criticaron, pero acondicionó la ciudad a las necesidades del momento, modernizándola por completo. Cambió las estrechas calles por amplios bulevares y grandes plazas.


Antes, Paris mantenía una estructura medieval, con estrechas calles, edificios amontonados, que dificultaban la circulación y eran insalubres.
Consigue la financiación de los bancos, con la ayuda de los hermanos Péreire, que al final resultan ser los grandes beneficiados de la reforma. Victor de Persigny le presenta al barón Haussmann, y se rodea de los mejores arquitectos y jardineros del momento.


El sistema utilizado es muy sencillo: El estado crea un proyecto, una vez aprobado expropia los terrenos a los dueños con créditos bancarios, que devuelve cuando vende a promotores los terrenos expropiados, con la condición que en ellos se construya siguiendo unas normas establecidas, casas con agua, gas, desagües y manteniendo una línea de construcción que permita la existencia de amplias avenidas. Pero estos préstamos crean con el tiempo un agujero en las arcas del estado.


Algunas de las normas para las nuevas construcciones son:
- Los edificios han de estar alineados
- Los propietarios han de encargarse de la limpieza de las fachadas y renovarlas cada diez años.
- En calles de 20 metros de anchura , los edificios han de tener 20 metro de altura.
- Los distintos edificios de una calle, han de tener las diferentes alturas alineadas.
- Los tejados han de tener una inclinación de 45 grados.
- etc...
Hay que mencionar también, la preocupación por los amplios jardines, hasta ese momento inexistentes en Paris, así como la creación de monumentos y conservación de los ya existentes.